El punto ciego más peligroso de una organización
Una reflexión sobre el costo real del silencio y por qué es un problema de negocio, no solo de bienestar.
¡Hola! Qué bueno encontrarnos de nuevo.
Lo asumo, esta edición viene con algunos días de retraso🥹, pero contenta de escribir por acá nuevamente.
Quiero contarte que llevo varias semanas dando vueltas a una gran frustración que es, de hecho, el motor de esta edición de Conexión Radical y de la nueva Masterclass de la cual quiero que seas parte (te cuento más abajo, gratuita, cupos limitados).
Mi gran frustración: Me agota ver la Seguridad Psicológica metida en el mismo saco que los inciensos y los palos santos. (Y que conste que no tengo nada contra ellos).
Esa idea de que es un tema “light”, una “moda pasajera” o algo que “le cambiaremos el nombre el próximo año”, es un punto ciego peligroso. Porque el silencio que nace de esa percepción “soft” no es gratis. Se paga. Y se paga caro!
¿Qué tienen en común la explosión del transbordador Columbia, el fraude masivo de Wells Fargo y la caída de Nokia?
Las mayores catástrofes empresariales no suelen nacer de un gran error, sino de una acumulación de pequeños silencios.
Ese es el punto ciego más peligroso de cualquier organización: el riesgo del que nadie se anima a hablar.
Pensemos en tres estos 3 desastres que, a primera vista, no tienen nada en común: la explosión del transbordador Columbia, el fraude masivo de Wells Fargo y la caída de Nokia.
No fue mala gestión, ni falta de talento, ni mala suerte. O quizás algo de esto haya.
La causa raíz principal, identificada en las autopsias de estos casos, es la misma: el silencio. Un silencio nacido del miedo a asumir el riesgo de hablar, de preguntar, de admitir un error y también de no ser escuchados.
Pensemos en esto por un segundo:
En la NASA, un ingeniero vio el riesgo que podría causar la caída de espuma en el ala del Columbia. No se atrevió a hablar en la reunión formal. Sintió que estaba demasiado “abajo” en la jerarquía para cuestionar a sus superiores. El resultado: la pérdida de la nave y siete astronautas.
En Wells Fargo, miles de empleados crearon millones de cuentas falsas. No eran malas personas. Eran personas que sentían que era más fácil cometer fraude que reportar a sus jefes la verdad: que las metas de venta eran inalcanzables.
En Nokia, los ingenieros sabían que sus teléfonos se estaban quedando atrás y que el iPhone iba a cambiar el juego. Pero la cultura interna castigaba las malas noticias y el miedo a los directivos era más fuerte que el miedo a la competencia.
Estos no son solo casos de estudio. Son la prueba de que el silencio, en una organización, no es gratis. Siempre se paga. A veces, con vidas. Otras, con la reputación, otras con que el mejor talento se vaya a la competencia!
Quizás en tu empresa no explotan transbordadores, pero el mecanismo del silencio es idéntico y sus costos, aunque menos dramáticos, son igual de reales:
El costo del re-trabajo: Decisiones tomadas con información incompleta (porque la gente calla) generan errores que hay que arreglar después. Cada hora extra, cada recurso gastado en corregir algo que pudo prevenirse, es un golpe directo a la rentabilidad.
El costo de la oportunidad perdida: La idea innovadora que nunca se comparte, el riesgo de mercado que no se advierte, el “feedback al jefe” que podría haber cambiado el rumbo. El silencio es el principal asesino de la innovación.
El costo de la fuga de talento: ¿Quiénes son los primeros en irse de estas culturas? Los que ven los problemas y se cansan de no poder hablar. El talento que se va no solo deja un vacío, deja una factura enorme en costos de reclutamiento, onboarding y productividad perdida.
Ahora, seamos honestos, intentar medir el costo exacto de ese silencio en el balance final es un proyecto complejo en sí mismo.
Pero aquí está la buena noticia: no necesitamos hacerlo. La investigación y los meta-análisis ya han hecho el trabajo pesado por nosotros. Demuestran, con datos duros, el impacto de la seguridad psicológica en los indicadores que sí le importan al negocio: innovación, productividad y retención de talento.
Y a esa evidencia le sumamos la lógica y la experiencia que cualquiera de nosotros ha vivido: la diferencia abismal en el desempeño de un equipo donde se puede disentir, versus otro donde no.
Por eso me frustra tanto la conversación de que la seguridad psicológica es una moda pasajera, que deberíamos cambiarle el nombre o que es algo tan “light” que ni siquiera deberíamos trabajar en ello.
No. Esto es no solo un tema humano, sino que también un problema de negocio.
Haciéndome cargo de esta frustración y la necesidad de sensibilizar sobre el tema, he diseñado una clase virtual.
Masterclass Gratuita: El Caso de Negocio de la Seguridad Psicológica
Si te frustra que la cultura se vea como un gasto “soft”, esta masterclass te dará los argumentos para cambiar esa conversación.
Te llevarás el argumento central (basado en datos) que conecta la Seguridad Psicológica con el negocio.
Saldrás con un reencuadre para rebatir la idea de que esto es una “moda pasajera” o algo “light”.
Entenderás el punto de partida para articular este caso frente a un líder escéptico.
Saldrás con la claridad y los primeros argumentos para empezar a cambiar la conversación en tu organización.
👉 Los cupos son limitados y no será grabada. Asegura tu espacio aquí.
→ La Reflexión de la Quincena
El silencio de tu equipo no solo es un problema de clima laboral, sino también un problema de caja.
→ Para Seguir Profundizando
Si esta reflexión te hace sentido y quieres profundizar, conociendo casos, el libro “Las 4 Etapas de la Seguridad Psicológica” de Timothy R. Clark es una muy buena opción.
También te comparto el último episodio de mi podcast: “Por qué el silencio de tu equipo es más peligroso que una falla de motor de un avión con el piloto de avión con Waldo Díaz. Juntos exploramos una pregunta clave: ¿Qué nos puede enseñar un entorno de alto riesgo como la aviación sobre la seguridad psicológica en nuestras organizaciones?
→ La Pregunta Incómoda
Piensa en el último gran error o fracaso de tu equipo. Ahora, con honestidad: ¿cuántas personas de tu equipo intuían que esto podía pasar y no lo dijeron por miedo o vergüenza?
→ Tu Próximo Paso Valiente
En tu próxima reunión de equipo donde se tome una decisión importante, justo antes de cerrar, prueba esto. Di: “Ok, todos parecemos estar de acuerdo. Ahora, dediquemos 5 minutos a pensar por qué esta idea podría fallar. ¿Cuál es el mayor riesgo que no estamos viendo?”
Y luego, haz lo más difícil: calla. Sostén el silencio incómodo y crea el espacio para que la primera voz valiente pueda hablar.
2 caminos si quieres ir más allá:
Para tu equipo u organización: Si quieres que tu equipo u organización pasen del silencio y el miedo al error, a un espacio de conversaciones honestas donde la conexión y el aprendizaje sean la norma, podemos iniciar el cambio con una charla o un taller práctico.
👉 Responde a este correo y evaluamos qué camino se ajusta más a tu equipo.
Para ti: Si quieres liderar conversaciones difíciles con confianza, una sesión 1:1 puede darte la claridad que necesitas.
3 formas de construir juntos esta comunidad:
Responde a este correo. Cuéntame, ¿cuál ha sido el “silencio más caro” del que has sido testigo en tu carrera? ¡Saber de ti le da sentido a todo esto!
Comparte esta newsletter con otro líder o profesional que esté cansado del silencio.
Dale al corazón ❤️ que está más abajo si algo de esto te hizo “clic”.
Un abrazo,
Pao
Te dejo mis coordenadas para seguir conectando:
🎙️Descubre historias y herramientas en mi podcast Menos Recursos, Más Humanos
P.D. ¿Sigues aquí? La conversación sobre cómo armar el caso de negocio del silencio sigue en la Masterclass gratuita. Es la semana que viene, los cupos son limitados y no se graba.




Excelente reflexión, Paola! La conexión entre estos tres casos es realmente reveladora. Me parece particularmente poderoso el punto sobre Nokia - no era falta de talento técnico, sino la incapacidad cultural de escuchar malas noticias. Es exactamente lo que vemos en muchas organizaciones hoy: el silencio se convierte en el mayor riesgo no cuantificable. Tu punto sobre que esto no es solo un tema de bienestar sino un problema de negocio es absolutmente crucial. Gracias por articular esto tan claramente!
Muy bueno Paola! Si tienes un negocio y nadie de atreve a decirte las cosas malas que ve lo estás haciendo mal. Creo recordar haber leído un artículo de prácticas que tenía la NASA para fomentar esa crítica, si no tus empleados se atreven a decirte posibles errores o cosas que van mal....estás jodido.